29 enero 2006

FLOPPYRESUMEN

Canción que escucho más últimamente:
"No volveré a ser joven", de Loquillo, con letra de Gil de Biedma, y "Carlie big potato", de Skunk Anansie.

Últimos descubrimientos musicales:
Skunk Anansie, Portishead, Björk. Quién me iba a decir a mí que acabaría gustándome la electrónica...

Libro o novela que estás leyendo:
"Tratados morales", de Séneca.

¿En qué lío andas metido últimamente?
Estoy estudiando la historia de la filosofía por mi cuenta, y ando escribiendo algunas cosillas. También busco curro pa dos semanitas y si no, pillaré el paro para centrarme el mis objetivos de ser profesor de español y de escribir algo coherente.

Últimos pensamientos sobre la mujer:
"Nunca subestimes las ganas de follar de una mujer"

Últimos descubrimientos vitales:
Todos necesitamos un poquito de emoción, creatividad y misterio en nuestras vidas.

28 enero 2006

Fidelidad a uno mismo

A la inmensa mayoría de personas nos atrae compartir momentos con la del otro sexo (o del mismo), en especial los momentos de cama, lecho o coche, según la disponibilidad económica de la pareja (o trío). Nos encanta acostarnos con una chica (chico o animal), descubrir su cuerpo, hurgar en él, jugar con él, redescubrirlo. Pero llega un momento en que nos cansamos de él. Nos aburrimos de él. ¿Qué nos pasa? Ya no me atrae tanto como antes. Y empezamos a engañar a nuestra pareja: “ya no me tratas como antes”; a los amigos: “ya no se lo curra como antes” y acabamos por hacerlo con nosotros mismo: “ya no me amas como antes”. Pero la pareja está ahí, y hay que salvaguardarla. Esta sociedad de cultura judeocristiana no entiende de amores libres, sino de posesión, propiedad y exclusividad. La maté porque era "mía". Eres "mío", cariño. “Mi” marido. "Nosotros" preferimos. "Nos" han invitado.

Pero nos pueden las ganas de acostarnos con otros. No obstante, está mal visto. Y ello degenera en:

a) folleteos con otras personas a escondidas (por qué se le llama infidelidad? Infieles n son los cristianos, para los musulmanes fanáticos?)

b) Represión, que a su vez degenera en:

b.1) folleteos furtivos, tríos o expresiones sexuales más viciosas de lo habitual.

b.2) discusiones sin venir a cuento, broncas o peor.

Al ser humano le gusta la variedad. Pero el miedo a perder lo conseguido (definición de conservadurismo), provoca que no nos arriesguemos a echar una cana al aire.

Pero, si hoy día ya casi todos sabemos diferenciar el sexo del amor, por qué negarnos nuestros impulsos y, lo que es peor, por qué negárselos al otro?

Hay personas se las dan de progres que dirán que eso está bien si las dos parejas lo pactan desde el primer momento, y que uno no debe hacer lo que no le permite al otro.

A ver, aquí hay varios temas. Uno es que, quién establece pactos al comenzar una relación? Sabe alguien el día en que la pareja deja de ser amiga para ser pareja? Se pide para salir, como cuando éramos unos críos? No, verdad? Entonces, quién se pone a pensar en pactos y alianzas antes casi de saber sus apellidos? Lo bonito del amor no es preguntar, sino responder, actuando. Segundo, no hay que permitir ni dejar de permitir nada. En cualquier momento todo puede pasar, estamos en el libre albedrío, así que de qué sirve imponer normas si, y los que habéis estudiado derecho lo sabéis, una norma no es efectiva ni eficaz si no hay castigo por incumplirla?

23 enero 2006

CATALANISMO

Hoy en día en todos lados no se escribe ni se habla de otra cosa que del estatuto de Cataluña. Y, como se acostumbra a decir, las opiniones son como los cuernos: todo el mundo tiene alguno. Hay gentes que se llaman de izquierdas que lo defienden a muerte, contra “esos fachas retrógrados de Madrid”. Hay gentes que se dicen de derechas que la atacan, previendo el fin de la España unida. Hay personajes autodenominados liberales, que “siempre defienden las libertades de los oprimidos”, que se rasgan las vestimentas porque todo el mundo tiene derecho al autogobierno. Otros, por el contrario, claman contra los catalanes rojillos que no se dan cuenta de que el Estatuto, la ley contra el aborto, la de los matrimonios de maricones y demás se están cargando el país.

Yo me pregunto... ¿qué es una nación? Según “El Pequeño Espasa”:

“Un conjunto de personas de un mismo origen étnico, y que generalmente hablan el mismo idioma, tienen una tradición común, un mismo territorio, y la conciencia de un común destino.”

¿Tradiciones? Cada pueblo tiene las suyas, así que no se puede decir que constituya un criterio decisivo.

¿Territorio? Ahora mismo, comparten el mismo Cataluña y España; uno se encuentra dentro del otro, por lo menos ahora. En su momento Cataluña llegó a pertenecer a Francia, en otro al reino de Aragón. Ahora es España (parte de ella).

¿Idioma? En Argentina hablan el mismo que aquí y nadie pone en duda que es otro país. Un idioma expresa muchas cosas, pero no distingue fronteras. Hoy en día no. En su momento sí, e históricamente sí tiene una importancia decisiva. Pero “actualmente” no estamos en el pasado. Estamos, como su propio nombre indica, en la actualidad, en el presente. Actualmente no quemamos a la gente en la hoguera. La juzgamos. Bueno, hay países que hacen cosas parecidas.

¿Etnia? ¿Se diferencia físicamente un catalán de un extremeño? ¿Si eres hijo de catalán y andaluz (muy habitual), tienes etnia andaluza, catalana o venusiana? ¿Por nacer aquí eres de etnia catalana? Son preguntas muy abiertas... ¿Conciencia de destino común? Sólo hay que mirar las elecciones para ver que el único destino común de Cataluña era librarse del poder que no escuchaba al pueblo a la hora de ir a guerras. ¿Existe algo en Cataluña que divida tanto a la gente como la política, en general y como el nacionalismo de salón en concreto? Actualmente, la sociedad se está homogeneizando. El centro de cualquier capital europea, por ejemplo, es prácticamente idéntico, y uno no sabe ya si está en París, Londres o Valencia. Internet ha trazado millones de lazos entre gente de cultura, tradiciones, territorios y lenguas diferentes. ¿Es bueno esto? No lo sé: tiene cosas buenas y malas. Lo que es cierto es que hay más comunicación entre las gentes de los más diversos lugares. ¿Somos ciudadanos del mundo, como decía el filósofo Diógenes?

No se puede negar que el haber vivido en un lugar u otro condiciona, otorga una socialización, una cultura concreta. ¿Pero legitima ello para proclamar la pertenencia a un territorio con superioridad-indiferencia-desidia hacia el resto?

Un profesor que tuve dijo una vez, en una entrevista, que su patria eran sus libros, sus discos y sus amigos.

Luppi, en “Martín (Hache)”, comentaba en un diálogo de la película algo así como “la patria es un invento para mantenernos engañados. ¿Qué tengo yo que ver con un tucumano? Lo mismo que con un vasco o un catalán: nada.”

¿Por qué hay ese ardor en defender la nación catalana por parte de unos, y por atacarla, en otros?

La respuesta, mi respuesta, es por MIEDO.

La gente que se considera catalana tiene miedo, rabia, al imperialismo castellano de antaño, el que no veía con buenos ojos que unos tíos del norte hablaran diferente y o hicieran X cosas de modo alternativo al habitual. Los hacía esto diferentes? A ojos del resto de España sí. ¿Lo eran?

La gente considerada española ¿por qué se obceca en rajar del estatuto? Por MIEDO a que se disgregue España. ¿Y por qué tiene ese miedo? ¿No es lo mejor que la gente haga lo que desea? Si alguien no quiere estar en un sitio, que se vaya es lo más conveniente para ambas partes, no? Entonces, ¿de qué tiene miedo? Aquí caben mil respuestas. El miedo a perder la gran industria que hay en Barcelona (no en Cataluña, por cierto), que da pasta parece una de las más sensatas. Porque si ya mucha gente del resto de España no considera a los catalanes españoles, ¿a cuento de qué viene ahora lamentar que quieran más autogobierno?

Otra gran cuestión viene dada por la condición de catalán. ¿Qué significa eso? “Jo és que em sento català, no sóc espanyol, mai no ho admetré”. Alto ahí. No existen documentos que acrediten que uno es catalán, ni andaluz ni gallego. Sí lo hay que dice que uno es español. “M’importen una merda el que diguin uns papers”. A la mayoría también nos importan una mierda lo que diga nuestro jefe, pero mientras trabajemos para él y nos dé un sueldo a fin de mes, lo tendremos que obedecer o , por lo menos, hacer ver que lo hacemos. La gente no es catalana, se siente catalana. Desgraciadamente o no, la gente sí es española. Nos gustará o no, querremos cambiarlo o no, pero es así. Partiendo de este inicio, las cosas son más fáciles y menos provocadoras. Me indigna cuando alguien dice: “Los madrileños nos odian a los catalanes por querer algo que nos pertenece”. Espera, ¿quién eres tú para hablar por todos los catalanes? Además, ¿a quiénes consideras catalanes? ¿A los que hablan catalán y viven en Cataluña? ¿A los que hablan catalán y viven en Badajoz? ¿A los que viven en Palau de Plegamans y no saben decir nada en catalán? ¿A quién? ¿Soy menos catalán que ellos por eso? Si hablo castellano, ¿también soy menos catalán? ¿Y eso como se mide? ¿Eres realmente catalán?

La gente que más interés muestra en defender una causa acostumbra a ser la que más inseguridad siente sobre ella, y por tanto, más cree que necesita mostrarlo una y otra vez. Hitler era de origen judío. Roviretxe, aragonés. Es como la persona que tiene un defecto físico muy evidente y a veces es precisamente la que más mala leche tiene: necesita demostrar(se) constantemente que es válido. El que ya sabe que es algo no necesita echarlo en cara. Esto me trae a la cabeza a algunos hijos de inmigrantes andaluces o castellanos (aunque esa palabra esté mal usada) que parecen renegar de tal condición. ¿Por qué? Muchos unen el tradicional complejo de inferioridad español al victimismo catalán y sale lo que sale.

Luego, el ser más reaccionario catalanista, que se escandaliza de que la leche no esté etiquetada en catalán (por dios, ¡es sólo un asunto de dinero!) o que Madrid tenga diez líneas de metro y por eso a la sexta aquí se le llame Línea 11, rechaza cualquier expresión artística, sea libro, sea disco, en catalán.

Mi ilusión es que la gente sea ella misma, que suena muy filosófico pero es lo más sano y natural, aunque quizás no lo más sencillo. Somos diferentes a nivel humano por haber nacido, vivido, etc en un lugar determinado? No. Entonces, ¿por qué subrayamos esa diferencia?” Los derechos históricos dicen que...” A la mierda la historia! Si seguimos al pié de la letra la historia, ¿Por qué no deberíamos echar de la UE a Alemania, que siempre acaba provocando guerras mundiales? La historia es ahora, y sólo hay que mirarla para no repetir errores del pasado, no para perpetuarlos. Si hubo una vez en que unos españoles hideputas sodomizaron a Cataluña, no por eso se debe ahora dar caña y despotricar de todo lo español no catalán. A ritmo de ojo por ojo el círculo no acabará jamás. Parece que en esta comunidad autónoma el que se aplica a rajatabla la teoría de “el que no está conmigo está contra mí”, propia de psiques paranoicas y acomplejadas. Nací y vivo en Cataluña, me siento español, también catalán, prefiero hablar en castellano , no me gusta el Barça ni lo que dice representar, amo la música en catalán y me ducho diez veces por semana. ¿Y qué?

22 enero 2006

El presente es de los valientes

"La primera cualidad del camino espiritual es el coraje"
Gandhi
“El mundo parece amenazador y peligroso para los cobardes. Éstos buscan la falsa seguridad de una vida sin grandes desafíos, se arman hasta los dientes para defender aquello que creen poseer. Los cobardes terminan construyendo los barrotes de su propia prisión.”
MANUAL DEL GUERRERO DE LA LUZ
Paulo Coelho

Todos tenemos miedo a lo desconocido. A veces nos acostumbramos a algo, por mucho que nunca antes lo hubiésemos imaginado, simplemente por el hecho de alejarnos de terrenos ignotos y, transcurrido un tiempo, ese acto se nos instala en nuestra rutina diaria, haciéndose aceptar. Se trata del calor de la forma, lo conocido, lo abarcable. La seguridad del pájaro en mano.

a) la seguridad:
La opción de la seguridad tiene una recompensa muy gratificante: la tranquilidad. Lo que hacemos no nos da sobresaltos, no nos provocará un infarto por el susto (aunque quizás sí por otros asuntos). Lo conocido lo podemos manejar, más o menos, y sabemos por dónde llevarlo, nos encante o los detestemos.

b) la temeridad:
En el lado opuesto tenemos la temeridad. Aquello que se pasa de valiente para resultar una locura, un riesgo excesivo. Curiosamente, muchas veces la temeridad surge del domino de un arte u oficio, como por ejemplo el conductor que adelanta por la derecha a 200 por hora. Puede ser que lo haga porque no domina el coche y no encuentre el pedal de freno, pero también puede conducir así porque, precisamente, tenga tan gran manejo del mismo que, al no hallar aliciente en los adelantamientos normales, opte por ese riesgo. El placer del desafío, del subidón de adrenalina, el goce de lo prohibido, incluso. Creo que coincidiremos en que casi nunca, por no decir nunca, es conveniente ser temerario. Muchos dirán, precisamente por su oposición a la temeridad, que la seguridad es la mejor elección.

c) la valentía:
Sin embargo, a veces se olvida que existe una alternativa a estas dos disciplinas. Se trata de la valentía o coraje.

Hay gente más predispuesta a la valentía que otra. No creo que haya personas absolutamente valientes (porque a veces se exceden, llegando a la mencionada temeridad, y otras veces nadie escapa del conservadurismo y opta por lo seguro), pero es la condición que, a mi juicio, más se acerca al ideal de perfección, felicidad, o lo que sea. La valentía consiste en escoger la opción que consideres más idónea para ti, por muy aventurada que parezca, y aún cuando suponga algún sacrificio. Digo “algún” porque no todo sacrificio vale la pena para el valiente. Si lo considera excesivo, entenderá que estaría entrando el terreno de la temeridad. Se diferencia, asimismo, del conservadurismo o búsqueda en exceso de la seguridad en que conoce y asume que ha de afrontar un sacrificio, o sea, una pérdida, una renuncia. Sabe que ha de elegir, y elegir es renunciar. Siempre. El “seguro” no quiere asumir ese sacrificio, porque sabe que eligiendo la opción más “fácil” o segura, obtendrá un mayor placer o ganancia a corto plazo.

En efecto, la putada de la seguridad es ésa, precisamente. Que seduce instantáneamente, mientras que el placer que puede comportar la valentía no siempre es palpable a bote pronto. Quien no caiga a veces en la “seguridad” no pertenece a este mundo. Es humano. Es normal. Para elegir la valentía hay que tener visión de futuro. Mirar, sopesar, e interrogarse: “ahora estoy así. Si elijo A, me quedo tal cual; si elijo B, pasará... ¿qué me compensa?”

Muchas veces pensamos que para optar por B, mejor quedarnos como estamos. Total, si hemos sobrevivido, no será tan malo. Lo que viene podría ser peor. En efecto, podría serlo... ¡pero también podría ser mejor! ¡O incluso mucho mejor!

Si vas a aparcar donde siempre, a mil km. de adonde te diriges, porque sabes que hay aparcamiento seguro, efectivamente aparcarás. Pero si te arriesgas a ir hasta las inmediaciones de tu destino, podrán pasar dos cosas: que tengas que volverte a donde el principio, porque no encuentres sitio, con la consecuente pérdida de tiempo, o que encuentres una plaza de puta madre. Es arriesgado. Pero una cosa está clara: sólo aparcará delante de donde quiere ir el que vaya delante de donde le gustaría aparcar.

Sólo el que se arriesga gana.

09 enero 2006

Música sí

Último disco que me he comprado:
"He vist la llum", de Pere Espinosa. Este disco lo escuché en su fase de creación de su productor, Jofre Bardagí. Creo que fui de los primeros a quien se lo enseñó. En realidad, el disco casi se podría decir que es obra de el líder de Glaucs, ya que compone las músicas, toca en cada canción, mete coros (y se notan) e incluso hay una versión de una canción de su ex grupo! Suena bastante a Muse, lo cual no puede ser malo.

Disco y canción que más escucho últimamente:
El "Saint Dominc's Preview" de Van Morrison y la canción homónima. Van The Man me tiene sorbido el coco.

Música que nunca falta en mi mp3:
Procuro que haya algo lento, algún disco heavy y algo en catalán o español. Acostumbran a estar Van, Glaucs y la novedad del momento.

Últimos descubrimientos:
Patti Smith, la Velvet... (estamos en ello)

Tamaño de mi mp3:
Je, je, je...512 megas